Aunque parezca mentira el tiempo vuela y mi estancia en este pais llega a su fin. Dos meses y medio han pasado ya y muchisimas son las cosas que he vivido aqui. He tenido mis mas y mis menos con el pais (mas bien con la costa este), pero la verdad es que a la hora de hacer balance me doy cuenta de que es un pais increible.
La naturaleza y los animales son algo alucinante. Sydney es una ciudad de la leche y en Melbourne he pasado dias muy felices. Uluru, Kata Tujka y el rojo outback son magicos. El arte aborigen hace que se me caiga la baba. Y el bucear, navegar en el velero y mantenerme de pie en una tabla de surf han sido experiencias y sensaciones que no voy a olvidar. Tambien el espectaculo que nos ofrecieron las ballenas ayer, o la primera vez que vi un koala, o la vez que abrace uno, o la vez que pudimos tocar y estar junto a los canguros, ...
Estos dias, la Opera y la preciosa bahia de Sydney (tan tipica imagen de Australia) me estan resultando adictivas y me esta costando despedirme del pais.
Por eso, creo que en vez de un "Adios Australia" lo vamos a dejar en un "hasta pronto" para reencontrarme algun dia con Melbourne, Sydney y la al parecer impresionante costa oeste que me falta por descubrir. Y sobre todo volver a juntarme con l@s buen@s amig@s que dejo aqui.
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