Sabado 28, Sydney. Manley.
15:45. Estoy en Manley, una zona de playas con cabos y acantilados donde abundan las zonas verdes, las playas con surfistas y tranquilidad. Sydney es una pasada, me encanta. Estoy cada vez más a gusto. Adaptándome poco a poco, pero bien.
Esta mañana me he levantado a las 8:00 y me he ido a “correr” a un parque cercano. Al final solo he estado un ratillo trotando por el parque porque entre que he llegado allí desde el hostel y he pasado antes por el mercadillo de Glebe, se me había pasado ya la hora y pico. ¡Qué horror! Cómo se nota que apenas he hecho ejercicio en India. Estoy en una forma penosa. Menos mal que aquí voy a poder hacer todo el ejercicio que quiera. Es una gozada. He visto a mucha gente corriendo (por todos lados) y también mucha gente yendo o viniendo del gimnasio.
Ah, por cierto, que hasta “el mercadillo” me ha flipado porque estaba todo súper bien organizado, limpio, y la ropa no era de mercadillo! Bueno, no al menos de los mercadillos que nos imaginamos nosotros. Había algún puestillo de segunda mano y algún otro de ropa de la India pero en general eran puestos con cosas que podemos encontrar en las tiendas. Y esto se suponía que era el mercadillo hippie de Sydney! Molt fort! En la Lonely pone algo así como “donde los hippies con rastas se pasean descalzos” (no he visto ni una rasta, ni un hippie, ni nadie descalzo…). Lo mismo que el barrio, que de bohemio no me pareció que tuviera nada.
Bueno pues el caso es que esta mañana he empezado así y luego me he cogido el ferri a Manley. Es una zona súper chula y tranquila y eso que hoy siendo sábado hay más gente, pero aun y todo es tranquila.
Ha sido la primera vez que cogía un ferri en Sydney y me ha encantado. Nos hemos ido alejando del muelle con la vista del centro de la ciudad lleno de impresionantes rascacielos y hemos pasado junto a la Ópera que desde el ferry y con la ayuda de los rayos de sol que hacían brillar sus cúpulas me ha encantado. Al otro lado, en frente de la Ópera, dejábamos el puente de la bahía que es gigante.
De camino a Manley me he podido hacer una idea más clara de la ciudad y su enorme bahía que es una gozada porque está repleta de cabos y pequeñas bahías rodeadas por casas (por no decir chozones) con muy buena pinta, la verdad. Lo que sí me ha quedado claro es que aquí hay dinero, (jode que si hay…) y que la calidad de vida es impresionante.
15:45. Estoy en Manley, una zona de playas con cabos y acantilados donde abundan las zonas verdes, las playas con surfistas y tranquilidad. Sydney es una pasada, me encanta. Estoy cada vez más a gusto. Adaptándome poco a poco, pero bien.
Esta mañana me he levantado a las 8:00 y me he ido a “correr” a un parque cercano. Al final solo he estado un ratillo trotando por el parque porque entre que he llegado allí desde el hostel y he pasado antes por el mercadillo de Glebe, se me había pasado ya la hora y pico. ¡Qué horror! Cómo se nota que apenas he hecho ejercicio en India. Estoy en una forma penosa. Menos mal que aquí voy a poder hacer todo el ejercicio que quiera. Es una gozada. He visto a mucha gente corriendo (por todos lados) y también mucha gente yendo o viniendo del gimnasio.
Ah, por cierto, que hasta “el mercadillo” me ha flipado porque estaba todo súper bien organizado, limpio, y la ropa no era de mercadillo! Bueno, no al menos de los mercadillos que nos imaginamos nosotros. Había algún puestillo de segunda mano y algún otro de ropa de la India pero en general eran puestos con cosas que podemos encontrar en las tiendas. Y esto se suponía que era el mercadillo hippie de Sydney! Molt fort! En la Lonely pone algo así como “donde los hippies con rastas se pasean descalzos” (no he visto ni una rasta, ni un hippie, ni nadie descalzo…). Lo mismo que el barrio, que de bohemio no me pareció que tuviera nada.
Bueno pues el caso es que esta mañana he empezado así y luego me he cogido el ferri a Manley. Es una zona súper chula y tranquila y eso que hoy siendo sábado hay más gente, pero aun y todo es tranquila.
Ha sido la primera vez que cogía un ferri en Sydney y me ha encantado. Nos hemos ido alejando del muelle con la vista del centro de la ciudad lleno de impresionantes rascacielos y hemos pasado junto a la Ópera que desde el ferry y con la ayuda de los rayos de sol que hacían brillar sus cúpulas me ha encantado. Al otro lado, en frente de la Ópera, dejábamos el puente de la bahía que es gigante.
De camino a Manley me he podido hacer una idea más clara de la ciudad y su enorme bahía que es una gozada porque está repleta de cabos y pequeñas bahías rodeadas por casas (por no decir chozones) con muy buena pinta, la verdad. Lo que sí me ha quedado claro es que aquí hay dinero, (jode que si hay…) y que la calidad de vida es impresionante.
Mas fotos:
http://cid-225e4973f128a7f7.skydrive.live.com/browse.aspx/AUSTRALIA/SYDNEY/LA%20BAH%c3%8dA
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